Tamara era el fondo del barril de la televisión basura de los dosmiles. Netflix ha conseguido reinventarlo por completo
La nostalgia tiene vericuetos absolutamente insospechados. Quie se pongan de moda los videojuegos retro, las franquicias del cine de los ochenta, incluso los looks que creíamos que no veríamos más es una cosa. Pero recuperar una fauna televisiva absolutamente dependiente de un punto muy concreto de nuestra cultura pop (realities absolutamente desfasados, las sagas de personajes que parecían ficción pero eran muy reales, las estéticas excesivas y abiertamente feístas de principio de siglo) es …